Una posada navideña con los Scouts
Una posada navideña con los Scouts
Por: Arturo Palet Martínez
Estaba cayendo la tarde en el parque hundido, los scouts se reunían para celebrar su ultima actividad del año, rodeados de árboles iniciaron sus actividades. Dividieron a los scouts de sus familias y los jefes se dividieron para unos hablar con los papás y otros con los jóvenes.
Empezaron a realizar algunas actividades la primera
consistía en que cada scout pasaba su mano derecha por debajo de sus piernas, y
con la otra agarraban la mano del de enfrente y el jefe a su vez iba dando las
indicaciones, decía si dar un paso hacia enfrente, atrás, izquierda, derecha o
dar un salto.
Luego los scouts se pararon y se agarraron de las manos y
con la punta un jefe los empezó a cruzar y revolver. El punto del juego era
separarse, pero sin soltarse de las manos, les tomo alrededor de 5 o 10
minutos, pero finalmente lograron desenredarse.
Una vez desenredados se formaron dos círculos, uno adentro
de otro mientras unos corrían a la derecha los del círculo interior también
corrían hacia el otro lado, mientras el jefe Scout con su silbato cambiaba la
dirección a la que debían correr.
Para el próximo juego se llamaba “cambio de piel” cada Scout
debía poner un paliacate en el suelo y sentarse sobre él formando un círculo
entre todos, pero debía sobrar un scout sin paliacate.
La actividad consistía en que el chico que se quedaba parado
decía “cambio de piel…” y lo completaba con una frase o característica,
entonces todos los que cumplieran con esa característica debían pararse, dar
una vuelta al circulo y sentarse en un paliacate diferente al que estaban.
Para la penúltima actividad jugaron algo llamado “pájaros y
nidos” consiste en que entre dos personas agarrándose d las manos forman un
nido y se pone una persona adentro la cual seria el pájaro, cuando el jefe o
scout sobrante dice la palabra pájaros todos los pájaros cambian de nido
quedándose inmóviles los nidos y cuando dicen la palabra nidos son estos los
que cambian de pájaros quedándose estos últimos sin moverse.
Pero también está la última opción que es parvada en la que
todos se revuelven y hacen nuevos nidos con nuevos pájaros.
Para acabar con los juegos los jóvenes scouts quisieron
cerrar con el que es su juego favorito que se llama “arañas” consiste en que
cuatro o mas chicos se abrasen mirando hacia abajo y un scout se trepa en ellos
y cae agarrándose de las rodillas de uno, esto hasta que cada uno de los chicos
tiene a alguien en sus piernas, ahí es cuando tienen que hacerlos caer.
Cuando acabaron las actividades y juegos los mismos padres
que organizaron la posada llaman a los chicos, primero como es costumbre se
hizo el canto en donde la mitad de los scouts representaban a José con María y
la otra mitad al casero que no les quiere dar posada.
Una vez acabado el canto se sacaron las piñatas las cuales
se iban a dividir por secciones la primera seria para la manada que son los más
pequeños que son niños de entre 7 y 11 años y visten de color amarillo, le
sigue la tropa con chicos de entre 11 y 14, su color es el verde, de ahí va la
comunidad o caminantes que ya son jóvenes de entre 15 y 17 años, finalmente
queda el clan de rovers los cuales ya se conforman por adultos de entre 18 y 21
años.
Y también hubo piñata solo de jefes Scout y para los papás
Scout que llevan en el movimiento más años que incluso algunos Scouts. Una vez
que se partieron las piñatas y se recogieron los dulces y la basura se empezó a
repartir la comida.
Había de todo pastel, flan, pizza, pambazos, tamales,
refrescos y atole todo para que fuera una posada inolvidable, todo el ambiente
eran risas y platicas que duro horas y horas.
A medida que la noche fue avanzando se fueron yendo las
familias y los scouts cada uno a su casa, al cabo de un tiempo solamente
quedaba el silencio y la penumbra del parque, en el cual quedo el recuerdo de
una cálida noche de posada navideña.
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