Día de Muertos en la Universidad de Xalapa: un altar para ganar
Por Gabriel Vásquez
Llegan los últimos días del mes de octubre, y en todo el país, la gente comienza a prepararse para las celebraciones, rituales y conmemoración del Día de Muertos. Una fecha muy importante principalmente para México por el vasto significado que tiene y la tradición que es parte de la vida de muchos.
Decoraciones, música, bailes, obras, desfiles, etc. forman parte de la tradición del Día de Muertos. Pero más importante que eso y lo más representativo de estas fechas, son los altares de muertos. También se les llama ofrendas y son una forma de honrar a los familiares y amigos que ya fallecieron.
En los altares se colocan elementos que forman parte de la tradición. Muy importantes son las fotos de los fallecidos y a quienes se dedica la ofrenda. Se colocan diferentes tipos de comida tradicional y bebidas, que pueden ser lo que los difuntos disfrutaron en vida. También se colocan papeles picados, flores de cempasúchil, y pan de muerto que es tradicional de estas fechas.
Casi ningún rincón en el país está exento de esta tradición. Xalapa tampoco es excepción, pues con la llegada de octubre, en varias zonas de la ciudad se comienzan a preparar para las fechas. Centros culturales, empresas particulares y públicas, e incluso las escuelas de todos los niveles, desde guarderías hasta universidades, como es el caso de la Universidad de Xalapa.
Con el Día de Muertos en la mira, alumnos de las diferentes carreras de la Universidad de Xalapa comienzan a prepararse para una actividad que ya se volvió tradición para la institución. La actividad consiste en la elaboración de un altar de muertos por cada escuela que hay en la UX. Para este 2023, la universidad envió un aviso en donde anunciaba el nombre de la actividad, que fue: “Concurso de altares de muertos tradicionales del estado de Veracruz 2023”.
En su aviso, la universidad otorgaba siete espacios para el montaje de los altares de muertos tradicionales del estado de Veracruz. Estos lugares estaban sujetos a los que quisieran inscribirse para concursar. Asimismo, en el aviso enviado por la UX se especificaron cada uno de los detalles sobre el concurso, las fechas para montar las ofrendas, los elementos que se podían usar y los datos más técnicos sobre la actividad misma.
De esta forma, se especificó que el montaje comenzaría el lunes 30 por la tarde en el espacio designado para cada escuela, y terminaría el 31 por la mañana, mismo día en que se haría el concurso de altares. Con una tarde fría, nublada y lluviosa en la zona de la universidad de Xalapa, los alumnos encargados del montaje de las ofrendas se reunieron en la galería universitaria para comenzar a armar las piezas que formarían parte de cada altar.
La galería universitaria estaba llena de alumnos trabajando en conjunto con sus respectivas escuelas. Personas trabajando con flores, con papeles, elementos típicos, madera, armando las estructuras base de las ofrendas, etc. Un trabajo en equipo que tenía un objetivo principal, ganar el concurso y hacer la mejor representación de su ofrenda.
El martes 31 por la mañana, varios alumnos se mostraron caracterizados para la ocasión y otros tantos llegaron a trabajar en los altares para dejarlos terminados y listos para el concurso. Las preparaciones comenzaron desde las 7:00 am, y no pararon hasta el momento en que el concurso dio inicio, aproximadamente a las 12:00 pm.
Con palabras de la maestra encargada de la conducción del evento, dio inicio la muestra de los altares donde una a una, cada escuela dio tanto una explicación de su ofrenda como el por qué de su realización. Se mostraron altares inspirados en Xantolo, la región de Naolinco o Chicontepec. Asimismo, hicieron diferentes tipos de presentaciones culturales para acompañar sus altares. Dichas presentaciones incincluyeron bailes tradicionales y típicos de la región, y cantos que realizaron los mismos alumnos.
Por ejemplo, en representación de la escuela de Mercadotecnia y Comunicación, dos intérpretes hicieron un baile con orígenes prehispánicos que dejó a la galería en silencio por los gritos desgarradores que se lanzaban al aire en la presentación. Ganándose una ronda de fuertes aplausos y gritos por parte de los presentes.
Después de que cada escuela hiciera su presentación, el jurado pasó a un momento de deliberación para elegir a los ganadores del concurso. Sin embargo, el evento no se detuvo ahí, ya que en ese break, los alumnos del taller de artes escénicas de la UX mostraron una obra con inspiración en la leyenda de la “lavandera nocturna”. Posterior a los aplausos del público, la rondalla de la universidad hizo una breve presentación.
Con el fin de la presentación de la rondalla, los nervios comenzaron a esparcirse entre los presentes por las ansias de saber los resultados. Las escuelas se emocionaban y las porras se escuchaban en la galería: ¡Merca, Merca, Merca!, gritaban los pertenecientes a Mercadotecnia y Comunicación. La maestra encargada de la conducción del concurso se acercó al micrófono, y después de varias palabras y avisos, mencionó a los ganadores.
Comenzando por anunciar un ganador a mejor vestuario, que se lo llevó la escuela de ingenierías. El tercer lugar se lo llevaron dos escuelas: la escuela de Psicología y la de Derecho, siendo la de psicología castigada por haber excedido el espacio de montaje. El segundo lugar fue para la escuela Económico-Administrativo. Y por último, con los nervios a tope y bulla en toda la galería, se anunció el primer lugar para la escuela de Ingenierías con un altar que plasmaba la esencia de Chicontepec.
¡Fraude, fraude, fraude! se escuchó en toda la galería tras escuchar el nombre de la escuela ganadora, siendo el segundo año consecutivo que las ingenierías ganan al mejor altar en el concurso. Posterior a esto, la conductora del evento agradeció la participación de los presentes y se dio por concluido el concurso.
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