Un día del año para recordar a los que ya no están // Concurso de Altares de la UX
Por: Arturo Palet Martínez
Fue una lluviosa y fría mañana de martes, la brisa sacudía los árboles mientras hacía sonar sus hojas, los salones, callados y desiertos, ya que no había ni un solo alumno en las aulas. Todos habían ido a celebrar una de las festividades más icónicas de la cultura mexicana.
El tan esperado día había comenzado, el día de muertos, con esto llegaba el concurso de altares, una dinámica con los alumnos que la Universidad de Xalapa ya había celebrado esta festividad con anterioridad, ya tenía experiencia organizando un evento así.
Para el principio del día las cosas eran un caos. Todo debía estar perfecto, con gente acomodando ofrendas, esparciendo la flor de cempasúchil procurando que todo quedara perfecto y listo para el concurso, todos querían ganar, se veía en sus ojos y en la forma tan vigorizada y emocionante que tenían los alumnos al preparar sus altares.
El concurso se realizó en el campus 2, el cielo estaba nublado, pero ya había parado de llover, el aire era cada vez más silencioso, la gente se acumulaba mas y mas en la sede del evento viendo en qué podían ayudar. Alguno que otro curioso se pasaba a dar una vuelta para ver el trabajo que realizaban sus compañeros, tanto los de su propia carrera como de las otras.
De un momento a otro la universidad se había convertido en un paraíso de colores. Aromas y fragancias recordaban a un calor hogareño. Los altares fueron acomodados a los costados del campus permitiendo el paso de la gente por el centro del recinto, bajo esa carpa tan característica de la Universidad de Xalapa.
Cada altar de cada carrera llevaba una temática distinta, y cada uno te contaba una historia o relato diferente, y a las personas a las que rendían tributo con sus altares podían ser gente famosa, personajes célebres o familiares y amigos de estudiantes que ya no estaban con ellos acompañándolos.
Cuando llegó la hora de calificar los altares, los jueces que estaban conformados por el mismo cuerpo de la universidad, se encargaron de evaluar los altares de muerto de las carreras que los alumnos hicieron, fueron uno a uno mientras un representante de la carrera explicaba el porqué de sus altares y que representaban cada uno de los elementos que lo conformaban.
Algunos de los altares venían acompañados de alumnos vestidos con los atuendos típicos de la región en la cual estaban basando su altar, algunos e incluso hicieron bailes típicos de la región, otros hacían un pequeño espectáculo.
Un altar que debería resaltar sobre los demás sería el de la carrera de Mercadotecnia y Comunicación, ellos lo que hicieron fue basarse en la región de la Huasteca, pusieron en lo alto del altar adornado y hecho con flores la palabra Xantolo que significa “Fiesta de las Ánimas”. Xantolo es una de las festividades más importantes de la región Veracruzana, el altar también estaba adornado arcos de hojas, el piso cubierto con únicamente pétalos de flor de cempasúchil y con máscaras que los mismos alumnos habían hecho, como las que usan los habitantes de la Huasteca en la festividad.
Una vez revisados los altares participantes los jueces se dieron a la tarea de escoger un ganador para el concurso, hasta que llegó la hora, el momento que todos estaban esperando, el esfuerzo que habían hecho, la maestra empezó comentando que fue una decisión difícil encontrar un ganador y que todos habían hecho un trabajo excelente.
Fue que empezó con el tercer lugar para la carrera de Diseño y Arquitectura, posteriormente el segundo lugar para la carrera de Derecho y finalmente el primer lugar que fue para las ingenierías que al parecer fue el favorito de los jueces, este último ganador dejo en descontento a los estudiantes de las demás carreras ya que ellos consideraban que otro altar se merecía más el reconocimiento.
Posterior a esto el evento terminó con la premiación y con las últimas velas iluminando los altares, los estudiantes y profesores se fueron yendo poco a poco, había un grupo de cada carrera que se encargaba de recoger y desmontar los altares, y también de comerse la ofrenda algo que todos los mexicanos hacemos al recoger el altar.
Todo esto más que un concurso sirve para sembrar en los jóvenes nuestras tradiciones y cultura mexicana y que con el paso del tiempo no se vaya perdiendo ni quedando en el olvido, si no que se vaya haciendo cada vez más fuerte con el paso de los años, siendo algo de lo que nos sintamos orgullosos de transmitir y expresar.
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