No, no es una imagen del fin del mundo. Es Otis en Acapulco, Guerrero.

Por Marián Solís Domínguez

El huracán Otis de categoría 5 llegó a tierras mexicanas el pasado miércoles 25 de octubre alrededor de las 00:00 horas. Lamentablemente, aunque se sabía que iba a llegar este fenómeno natural en tierras guerrerenses, nunca se pensó que haría tantos daños. Lo que es más frustrante es que no hubo las prevenciones suficientes ni las que se requerían.

Como se sabe, Acapulco es una de las zonas más turísticas de México. Pero ahora que esta ciudad está totalmente destrozada y devastada, por mucho tiempo estará en remodelación y claramente bajo ciertos lineamientos que dé el gobierno de Guerrero.

Si se busca en cualquier medio cómo es que se encuentra actualmente Acapulco, solo habrá imágenes que te dejarán el corazón partido y reflexionando de cómo es que esto se pudo haber prevenido. Ante toda esta situación no fue hasta el día viernes 27 de octubre que la ayuda por fin se hizo notoria. 

¿En serio tuvieron que esperar días para ayudar? En lo que esa ayuda llegaba, miles de vidas estaban en juego. Pero bueno, menos mal que el presidente de la república mexicana, el señor López Obrador tuvo la valentía de visitar la zona días después en su camioneta que parecía que si le picaba un mosquito a la llanta iba a reventar. 

Viendo miles de videos publicados en las diferentes redes sociales, se nota el miedo y desesperación en el rostro de las víctimas. Muchas de ellas estaban hospedadas en diferentes hoteles de la ciudad, los cuales al terminar el paso del huracán quedaron inservibles y destruidos. 

¿Que sí se pudo haber prevenido? La respuesta es sí. Obviamente la naturaleza es algo que, aunque sea predecible, en muchas ocasiones no se puede hacer nada. Sin embargo, en el momento que las autoridades comenzaron a ver que iba a ser un huracán de tan fuerte magnitud, lo primero que hubieran hecho, era desalojar los hoteles y hacer que todos acudieran a diferentes albergues en donde estuvieran protegidos y resguardados.

Desafortunadamente aún sigue en aumento el número de muertes que este huracán provocó. En muchos medios se dice que el gobierno sigue enviando refuerzos para garantizar la pronta recuperación turística y económica de la ciudad. ¿Y las vidas en dónde quedan? Esas ya no se pueden recuperar, aunque envíen y envíen miles de refuerzos. 

Pero bueno, claramente se nota a qué es a lo que el gobierno le da prioridad. Esperemos que esa economía que quieren recuperar con la zona turística pueda servir de consuelo para las familias que tristemente perdieron a seres queridos en esta terrible situación.